martes, 15 de enero de 2013

la tragedia del galgo español

Se recogen más de 15.000 galgos al año, aunque los animalistas estiman que se abandonan unos 60.000
Muchos galgos son después abandonados o, peor aún, colgados, como muchas veces se ve en imágenes macabras que llegan hasta informativos internacionales. Cuando se ahorca un galgo con las patas traseras tocando el suelo, se dice que se le pone “a tocar el piano”, pues sus patas delanteras quedan en la posición de los pianistas. Esto es algo así como una terrible tradición muy española. “Suelen decir que un galgo no vale ni un cartucho, así que utilizan una cuerda para colgarlos”, explica la presidenta de Galgos sin Fronteras. "Últimamente también los queman para evitar dejar cualquier tipo de pista”. La cosa no es nueva: en 1991, el Irish Racing Board, un organismo que regula las exportaciones de perros de carreras desde Irlanda, prohibió la exportación de estos animales a España para evitar que acaben pudriéndose colgados de un árbol, cosa que, desde luego, no debe dar muy buena imagen de España en el exterior.
Afortunadamente los galgos cada vez son más apreciados como animales de compañía, tal vez debido al esfuerzo realizado en diferentes campañas para fomentar su adopción, y muchos de los que sobreviven y son recogidos en refugios acaban siendo adoptados en España o en el extranjero,


El 10% de los animales abandonados y recogidos por las protectoras proceden del final de la temporada de caza


No hay comentarios:

Publicar un comentario